18 may 2013

Magdalenas sin azúcar, refinados ni lácteos

¡Buenos días de sábado!

Esta mañana nos ha despertado Mario con sus ruiditos de buenos días sobre las 8 y teníamos ya un hambre... como cenamos en su horario al final son casi 12 sin comer. No teníamos nada especial de desayuno de sábado y, sorprendentemente ha sido mi chico quien ha pedido un bizcocho. El dulce no le suele apetecer mucho, pero se ve que hoy sí.

He decidido hacer experimento de magdalenas cambiando ingredientes refinados, azúcares y lácteos, para hacer un desayuno más digestivo, nutritivo y saludable. Y el experimento ha salido muy rico. He obtenido el visto bueno de mis chicos y el mío propio. ¡Están devorándolas! Menos mal que he podido hacer una foto antes de que atacaran :-)

Las he hecho con sirpope de ágave, leche de avena y harina de centeno (por eso son más oscuritas). Puedes variar como quieras estos ingredientes, seguro que quedan muy buenas. He usado aceite de oliva, puedes probar con aceites que den menos sabor como el de semilla de uva, por ejemplo.

Aquí va la receta. Se pueden acompañar de mermelada, de nocilla casera vegana (yo uso la del blog de conasi). También se puede incrustar una pastilla de chocolate de 85% de cacao en cada magdalena antes de meter en el horno, se fundirá en el horno, ¡rico rico! 

Yo las he hecho con thermomix pero puedes adaptarlas.

Ingredientes:
  • La piel de un limón mediano 
  • 2 huevos
  • 170g de leche de avena
  • 170g de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
  • 100g de sirope de ágave
  • 270g de harina de centeno
  • 1/2 sobre levadura

Proceso:
  1. Poner en el vaso la piel del limón y triturar 20 segundos a velocidad progresiva 5-10.
  2. Añadir los huevos y programar 2 minutos, 37º, velocidad 5.
  3. Añadir la leche, el aceite y el sirope de ágave. Programar 10 segundos, velocidad 5.
  4. Añadir la harina y la levadura. Mezclar 10 segundos, velocidad 3.
  5. Verter la masa en los moldes (no subirán tanto como las de trigo, así que puedes llenarlas más de la mitad) y hornear a 180º unos 15 minutos.
¡Y a disfrutar!

Pruébalas y cuéntame qué te han parecido ;-)


15 may 2013

7 placeres de ¿la infancia?




Estaba yo ojeando el banco de fotos de Rebeca López, de Kisikosas, para elegir algunas fotografías para mis siguientes posts del blog. En las fotos de niños he visto muchas que me han hecho sonreir y me han llenado de ternura. Así sin querer he ido adentrándome en mi mundo de recuerdos y sensaciones de cuando era pequeña y además en el de Mario y en lo que disfruta él de algunas de las pequeñas cosas del día a día. Con 14 meses que cumple hoy es ya muy expresivo y es una delicia poder pasar el día con él. Y completamente agradecida a esta oportunidad de volver a esos momentos y de tener un pequeño budita en casa que me recuerda lo fácil que es disfrutar del momento presente han comenzado a salir estas palabras por mis dedos.

Y ¿qué ha pasado en nuestras vidas, tan importante, que hemos olvidado todo esto de lo que disfrutábamos? ¿Tenemos ahora alguna afición, además de las que compartimos con nuestros hijos, para disfrutar? ¿Nos permitimos hacer lo que nos fluye o lo encerramos siempre en la caja de "pendientes para hacer cuando tenga tiempo"? ¿Priorizamos "quehaceres" u obligaciones del hogar, del trabajo, nuestros o de nuestros hij@s por encima de disfrutar de los pequeños detalles de la vida y la naturaleza? ¿Hemos acostumbrado tanto a nuestros sentidos que ya no tenemos la capacidad de sorprendernos con una hormiga que lleva una carga más grande que ella a cuestas? Por ejemplo.

Estoy volviendo a mi infancia, con una sensación de paz en mi interior y una sonrisa suave en mi rostro. Pensando en qué era aquello que me hacía correr hacia mi madre o mi padre, feliz de contarles mis nuevos hallazgos y con la expresión en la cara de que no puede haber nada mejor en ese preciso instante. Y me salen unas cuantas.

  • Hacer bolas con el barro del cole. La lluvia dejaba la tierra barrosa en el patio y me encantaba modelar bolas, eran como albóndigas. Luego me las llevaba a casa como un tesoro que había hecho con mis propias manos. 
  • Saltar encima de sitios blandos. Cuando era pequeña, recuerdo que me encantaba cuando llegaba el verano y con él las épocas de ferias que siempre tenían las (por entonces) típicas camas elásticas. Las de aquellos tiempos no tenían arnés, ni mucha separación entre las camas elásticas individuales. Eran como cuadrículas de camas elásticas si mirabas desde el cielo y podías hacer el cafre todo lo que quisieras... dar volteretas, caer con el culo, a pata coja, tirarte de cabeza a la cama elástica del vecino... Las que veo ahora tienen arnés, son ultra seguras y para mi gusto... un poco más aburridas, jeje. Embarazada iba a clases de pilates y me encantaba cuando tocaba Bosu. Me sentía ágil y alegre y saltar en él, de uno a otro, me parecía divertidísimo. ¿Es algo inherente al ser humano en permanente crecimiento esto de saltar en la cama, el sofá, las camas elásticas?
  • Comer con las manos y mancharme las manos, la cara, la ropa... y probar la textura de la pera jugosa, de la nocilla cremosa o de la gelatina temblorosa que en todos mis cumpleaños acababa pegada en la pared, por debajo de los sofás... y tanto que lo disfrutábamos todos. Esto de comer con las manos incluye para mi gusto las típicas catapultas de comida con una cuchara directas al vecino de enfrente ;).
  • Contar todos los días los escalones que hay hasta la puerta de casa. Yo sabía que había 21, creo recordar que esa era la cifra. Y si no llegaba a la misma cantidad... algo había hecho mal. Esto es parecido a eso de pasar los pasos de peatones sólo pisando las rayas blancas o sólo la parte negra
  • Capturar una mariquita y darle de comer. Coger unos bichos bola del patio y ver cómo se hacen bolita cuando les tocas para protegerse. Tener y cuidar a los gusanos de seda hasta que se hace mariposa y se van volando. Esto sí que son clases de biología en directo. Ojalá el aprendizaje en las escuelas fuera de este tipo. 
  • Amasar harina, agua y aceite con las manos, las manos llenas de harina, la ropa, la cocina entera... un soplido y hay harina en todas partes. Y de repente... ¡sale pan! ¡La sensación placentera de amasar y amasar y la maravilla de que después de un rato de calor te lo puedes comer y está rico rico!
  • Pisar un charco o tirar piedras en él para ver hasta dónde llega la onda. ¿No es maravilloso jugar así con la física? Así la física la entenderíamos mejor, física de campo, no de libro. Y nos gustaría más porque ¡es algo inherente a nuestra naturaleza!

Yo sigo abriendo la boca cuando la tengo llena para enseñar la comida bien ensalivada y triturada. Y me encanta. Eso sí, sólo lo hago en la intimidad del hogar y de vez en cuando ;). Y nos echamos unas risas. ¿Qué es lo que hemos perdido? ¿Inocencia, espontaneidad? ¿Cuáles son las cosas realmente importantes en nuestras vidas? ¿Nos hemos parado a pensar en esto o estamos completamente metidos en la ola del trabajo, casa, el telediario y la crisis...? 

Y tú, ¿permites a tus peques disfrutar de todos estos placeres? ¿Sus albóndigas de barro siguen en casa? ¿Juegas a no pisar las juntas de las baldosas?

5 may 2013

Pan de kamut




Aquí va la receta del pan de kamut de la que hablaba en el último post, donde te contaba el gran desayuno que he preparado con motivo del día de la madre. Puedes leerlo aquí. El resto de las recetas del desayuno rico las iré poniendo estos días. ¡No te las pierdas!

En casa intentamos evitar harinas y azúcares refinados y el trigo en general, ya que no son muy saludables y además no sientan muy bien al organismo por lo general. 

He de decir que este pan no sube tanto y no queda tan esponjoso como el de trigo, pero está muy bueno y es mucho más sano.  Para desayunar con aceite está rico, rico. Y con mermelada, con melaza... infinitas opciones.

Ingredientes:

310g de harina de kamut
175g agua
20 aceite de oliva virgen extra
1 sobre de levadura de panadería
1 cuchatadita de sal

  1. Poner en el vaso el agua, el aceite y la levadura. Programar 2min 37° velocidad 2.
  2. Añadir la harina y la sal. Programar 10 segundos, velocidad 6. Después programar 2 min, vaso cerrado, velocidad espiga. 
  3. Sacar la masa y hacer una bola. Yo divido la masa en dos bolas y hago dos bollos pequeños porque no comemos mucho pan y así no se seca tanto. En la superficie hacer unos cortes superficiales. 
  4. Meter al horno sin precalentar a 200-220°. Yo lo pongo arriba y abajo y con ventilador. Lo he hecho con pirex con tapa y también sin recipiente, directamente sobre la bandeja de horno (cuidado que se pega). Con el molde tarda unos 40 min y sin él unos 25 min. 
Y tú, ¿has hecho pan alguna vez? ¿Qué harinas utilizas? ¿Cuál es tu preferido?

Mi pequeño gran homenaje a las madres



Este es mi pequeño gran homenaje a las madres del mundo. Un gran desayuno rico, sano, dulce, salado, ácido y amargo. De todo. Y como no conozco a todas las madres del mundo y las que conozco están en sus casas con sus familias... ¡me lo comeré yo! 

Hoy es mi segundo día de la madre. Ser madre es la aventura más intensa y enriquecedora en la que me he embarcado. Y tengo unos compañeros de viaje que adoro y que son maravillosos, mis chicos: el pequeño y el grande :-). El año pasado Mario tenía mes y medio. Ahora sigue siendo pequeño, así que yo misma me preparo mi homenaje para celebrar la familia bonita que tengo. Sí, ya sé que lo debemos celebrar todos los días, pero hoy me he levantado especialmente hacendosa y con ganas de desayuno rico para disfrutar del buen tiempo en el jardín :-).

A mí me chifla el dulce. Mi chico es más de salado. Mario se come lo que le pongas. Así que he hecho un poco de cada. Y para evitar refinados y trigo he hecho recetas sanas, y quedan muy ricas.

He de decir que la thermomix para mí es una maravilla así que el pan,  las tortitas y la mermelada están hechos con ese mágico invento. Pero se pueden hacer sin él.

Nuestro desayuno de hoy está compuesto por:

  • Limonada (agua filtrada, 1 limón recién exprimido y un chorro de sirope de ágave). Parte ácida del desayuno.
  • Té verde sencha. Parte amarga del desayuno.
  • Pan de kamut casero con aceite y sal. También pan de kamut con mermelada. Versiones dulce y salada.
  • Tortitas de kamut caseras con mermelada. Dulce.
  • Mermelada de ciruelas casera. Dulce.

Hoy te cuento la receta del pan y me dejo para el próximo día la de las tortitas de kamut y la mermelada, así que estate atent@.

Se puede acompañar el pan y las tortitas con muchas opciones dulces y saladas. Mermelada, melaza, sirope... tortilla francesa, tomate, queso, jamón... ¡Habrá que ir probando las variaciones!

¿Cuál ha sido tu homenaje a las madres o a ti misma como madre? ¿Has desayunado rico? Te invito a dejar tus comentarios ;)