6 ago 2013

Lactancia materna, ¿lo tenemos fácil?

Con motivo de la Semana de la Lactancia materna en la que estamos metidos, hay multitud de imágenes, artículos, consejos, etc, circulando por las redes. Y muchas historias de lactancia. Algunas historias llenas de información, otras historias faltas de apoyo, unas felices, otras frustradas.

Y al final, mientras las decisiones sean conscientes desde lo más profundo de nuestro ser, están perfectamente tomadas. Esto es lo que más falta hace, consciencia.

Dar el pecho es lo natural, sí. Pero hay tantas historias como familias, como madres, como bebés. Y todas merecen ser escuchadas.

Lo habitual en esto de la lactancia materna es eso de «quien quiere puede». Por lo general así es, salvo algunas excepciones (muchas menos de las que se oyen). Falta información y sobran mitos. Faltan profesionales de apoyo bien informados y formados. Sobran juicios de profesionales de la salud de otros ámbitos que invitan al destete como el bebé pase de los 3 meses de edad.

Hace unos días un amigo me comentó que su mujer, que aún  amamanta a su nena de 18 meses fue al médico por unos problemas de riñón. Ella le comentó que le daba pecho a su hija y que, por favor, buscara opciones compatibles, que suele haberlas, pero es bastante frecuente que no se sepa. El especialista le dijo de todo un poco... la retahíla que probable y tristemente hemos oído más de una acerca de que no es natural, que cómo das pecho a un bebé de más de un año, y otra serie de lindeces. En estos casos, ¿qué haces? ¿Le contestas? Igual algo tipo: «Lo siento, señor doctor, usted es especialista en el riñón, por favor, céntrese en su especialidad, que del resto ya me ocupo yo. Y por cierto, la medicación que usted crea conveniente la mira en e-lactancia y busca opciones compatibles con mi bebé y nuestra lactancia. Muchas gracias».

Algunas veces he oído eso de «dar el pecho a un bebé con dientes es antinatural». Sin embargo ese bebé con dientes no los usa porque come papillas hasta más allá del año. Además de complementar con biberón hecho de leche en polvo. Mucho más natural, ¡dónde va a parar!

Bueno al fin y al cabo es una cosa como otras tantas. Somos seres de costumbres y cuesta cambiar eso. Y hasta que no se vuelva a normalizar el tema de dar pecho a los bebés como lo normal, seguiremos con este tipo de historias. Y seguiremos necesitando los grupos de apoyo que, hace tiempo, antes de los biberones a destajo, no hacían falta, puesto que dar el pecho era algo social y que todas las niñas veían a lo largo de su vida, por lo que no hacía falta casi aprender. Las mastitis, ingurgitaciones, obstrucciones, grietas... eran algo mucho menos complicado de superar.

Esta semana, aprovechando que celebramos la lactancia materna te contaré sobre mis comienzos y las situaciones que los rodearon.

Y otro día igual escribo acerca de mi racha de infortunios familiares acerca de la teta, nuestra forma de introducción de alimentación complementaria, nuestras decisiones de respetar los tiempos y ritmos de desarrollo de nuestro hijo... eso da para otro post.

¡Feliz semana de la lactancia materna! ¿Cómo lo vas a celebrar?

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