13 sept 2013

11 puntos a valorar para elegir guardería (parte 1)

Esta semana ha llegado la vuelta al cole. Para algunos peques sus primeros días de separación. Es un proceso para toda la familia. Yo te voy a contar mi experiencia y cómo puedes hacer para elegir un lugar que te guste, donde dejar a tu hijo y qué hay que tener en cuenta, desde mi punto de vista. 

Si ya tu peque ha empezado esta semana, ¿qué tal está siendo? ¿Cómo lo lleva? ¿Y tú? 

Por lo que he visto hasta ahora las mamás lo llevamos peor que los papás. Diría que ellos suelen ser más capaces de aceptar que es un proceso de adaptación para toda la familia. Sin embargo parece que nosotras, las mamás, nos apegamos más a la tristeza y a la culpa y empatizamos más con los nenes, igual hasta demasiado. Y digo demasiado porque ellos nos necesitan bien y confiadas. Cuanto más seguras nos ven de nuestra decisión y nuestra elección más confían ellos. Somos sus modelos y sus figuras de protección. Si a mamá no le gusta el lugar donde me deja... ¿cómo puedo estar tranquilo yo si es ella la que me cuida y no la veo convencida de que sea el mejor lugar para mí?

Mario ha empezado la guarde este verano. Para mí fue muy difícil aceptar que necesitaba ayuda con él y que necesitaba buscar un lugar donde dejarle unas horas, puesto que no tengo familia que me ayude durante el día y hasta que venía el papá estaba sola con él. Y no sé si vuestros peques os dan tregua, pero yo poco puedo organizarme estando con él.

Así que una vez asumido que necesitaba ayuda, buscamos opciones. Madres de día en verano, difícil. Así que optamos por visitar algunas escuelas infantiles de la zona y ver qué feeling nos daban. Visitamos 5 escuelas.

¿Qué valoraba yo a la hora de la visita? ¿Qué preguntas me preparé? El post me ha quedado bastante largo, así que para que puedas leerlo sin que te parezca un mogollón lo voy a dividir en 2.

Te lo voy a detallar aquí los primeros puntos a tener en cuenta.
  • Que no te vendan la moto. Siendo escuelas privadas me parece un punto importante. Hay mucho marketing en esto, se mueve mucho dinero. Y te cuentan que la comida allí es maravillosa, que utilizan tal método, que las instalaciones son lo mejor. Aquí no hay que dejarse embaucar. Todo esto es importante, pero la base es otra. Sobre todo hay que ver qué hay detrás de esas palabras preciosas.
  • Que ofrezcan sencillez: juego sin métodos revolucionarios. Los métodos para hacer bebés inteligentes me producen un poco de rechazo. Estimulación, inglés, teatro, música. Me parece que son intentos de introducirlos en horarios demasiado estresantes, ya tendrán tiempo, ¿no? Incluso en una de ellas la directora cuando le pregunté por el horario de mañana me dijo que ¡se perdería las actividades de la tarde! Esa, descartada. Desde mi punto de vista necesitan un lugar que les deje libertad para desarrollar su creatividad, mucho juego libre y acompañamiento cuando sea necesario. La psicomotricidad se aprende de manera natural si necesidad de tener un horario para psicomotricidad fina, otro para psicomotricidad gruesa. Si dejas a los niños comer con las manos, es psicomotricidad, si les das espacio para jugar y moverse, con juguetes grandes, pequeños, obstáculos, botes con rosca, vasos apilables, botellas... todo son juguetes para ellos y ejercitan la psicomotricidad también.
  • Que ofrezcan una adaptación flexible. Muchas escuelas tienen el plan de adaptación del peque muy estricto con el argumento de que "si te dejan hacer esto a ti, entonces tienen que dejar a todos". Una cosa es que tengan un plan de adaptación y otro que no sean flexibles para contar con las necesidades de cada familia. Para mí la adaptación flexible consiste en:
    1. Tiempo que pasará cada día en la escuela durante el periodo de adaptación. 
    2. Tiempo en días que dura la adaptación hasta que se quede a su jornada completa.
    3. Que te dejen quedarte con él si lo consideras adecuado. Este punto me parece importante porque no es lo mismo que el peque conozca las instalaciones y a las maestras de tu mano que solo. Si él ve que tú estás a gusto con ellas, te ve relacionarte con ellas, estás en su entorno, es más fácil que se quede tranquilo y confiado.
  • Que los cojan en brazos sin excusas. He oído la excusa de "es que si lloran los 8 a la vez no los puedo atender, así que no les cojo". Eso no me vale, porque no lloran todos a la vez, y si te necesita alguno, ¿no puedes cogerlo en ese momento? En la nuestra me gustó mucho que disfrutan cogiéndolos en brazos. Mario es muy mimoso y algún día durante su primer mes cuando llegué a buscarlo estaba en brazos de una de las maestras y le pregunté si le pasaba algo. Y me respondió tan pancha "no, es que es un mimoso y me encanta, me pide brazos y a mí m gusta mucho cogerle".
  • Que les dejen madurar a su ritmo. Yo pregunté en concreto sobre caminar y sobre el control de esfínteres. Mario entró con 15 meses y medio y aún no caminaba, ni intentos que hacía. Y yo no quería forzar su desarrollo. El asunto del abandono del pañal es algo muy fluido si no lo aceleras y eso es lo que me gustaría para mi hijo. 

Tengo algunos puntos más en el tintero, los que faltan hasta los 11 :-). Estos próximos días podrás leer la segunda parte del post. Lo que has leído hasta ahora, ¿qué te parece? ¿Estás de acuerdo? ¿Cuál es tu experiencia?

¡Feliz fin de semana!
Gala

1 comentario:

  1. Me ha gustado la parte de ser flexible y tener en cuenta las necesidades de las familias.
    Donde pensabamos llevar a Adrián no lo fueron y pretendían que un bebé de 5 meses estuviera allí durante 10 horas al día, por no poder entrar un poco más tarde, ya que se perdería la asamblea... Y no era recomendable que entrará a diferentes horas para no romper la rutina al resto y que para el era peor...de ahí que tuviera que estar tantas horas...según las educadoras no pasa nada por estar tanto tiempo, ellos no sufren, sufrimos más nosotras....sin comentarios!!!!
    Por suerte mi madre se quedará con él hasta el curso siguiente.

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