6 sept 2013

Cómo adaptar tu casa para los niños

Cuando tienes hijos todo cambia, sí. Cambia la relación de pareja, cambia la dedicación de tu tiempo, cambia tu relación con los amigos. Todo cambia. Y además, tu casa también cambia. ¿Lo sabías? Y es que adaptar tu casa a los niños es una de las mejores decisiones que puedes tomar cuando van a pasar tiempo en ella. Hacer de tu hogar un lugar agradable y relajado para todos, en lugar de un potencial peligro continuo y una continua pelea con los niños, es un placer.

Cuando son muy bebés sólo necesitan a sus papás, su amor, su abrazo y cobijo. Su alimento. Pero después empiezan a moverse y a descubrir el mundo que les rodean.

Los bebés no saben de peligros, ellos exploran y exploran sin fin. Y si les pasa algo, aprenden. Por eso su seguridad es nuestra responsabilidad . Pero sin obsesionarnos, pensando siempre en los peligros reales y verdaderos. Y ahora te contaré dónde veo yo las diferencias.

Yo soy partidaria de adaptar la casa a ellos, en lugar de protegerles de ella. Es decir, nuestra casa no encierra tantos peligros como nos creemos, pero a veces, cada aspecto que miramos de ella nos parece peligroso y vemos amenazas por todas partes. Y cerramos los armarios y los cajones a cal y canto, las puertas las fijamos para que no las muevan y nos pasamos el día diciendo "no toques esto", "suelta aquello".

Sin embargo, con unas pequeñas pautas tu casa puede ser muy segura y a la vez permitir a tu pequeño divertirse, investigar y explorar sin parar. Puede ser como un parque de atracciones, gratis. Y tú estar tranquila mientras ellos juegan con los utensilios que encuentran, sin preocuparte por su seguridad.

Para mí existen unas pautas básicas. El límite está en lo que realmente es peligroso. Y por peligroso entiendo REALMENTE PELIGROSO, no potencialmente peligroso. En mi caso tengo cietas cosas que no tengo a su alcance o que tengo protegidas que realmente suponen peligro:
  • Enchufes. Como no los puedo quitar de su alcance, los tengo protegidos. Pero además, cuando se acerca a jugar con ellos o intenta meter algo por los agujeros le digo que eso no lo haga porque se puede hacer daño. Tenerlos protegidos te ayuda para los momentos en que no puedes atender todo a la vez, descuidos etc. Si se acerca, no le va a pasar nada. Pero aún así yo le explico, porque es importante saber que son peligrosos. Además, cuando vas a otras casas, hoteles, restaurantes donde no estén protegidos hay que tenerlo en cuenta.
  • Cristal y vidrio. En casa hemos adaptado el contenido de los muebles de la cocina. Hemos puesto en alto el cristal y vidrio y en las zonas donde llega hemos puesto despensa inofensiva (bricks, paquetes de pasta, cápsulas de café (le encanta jugar con ellas a meterlas y sacarlas de la caja), salvamanteles, tablas de cortar...), los tapers, platos y vasos de plástico... 
  • Productos de limpieza. Los hemos puesto en un armario cerrado que no puede abrir, pero en alto, así si nos dejamos el armario medio abierto en algún momento, tampoco hay peligro.
  • Cuchillos, tijeras... : también fuera de su alcance.
Para mí estos puntos son los realmente importantes. El resto, me importa menos. Éstas son algunas de las cosas que en casa sí le dejamos hacer libremente y aprender.
  • Abrir y cerrar cajones. No hemos protegido ninguno de los cajones de la casa, ni los del salón, ni los de la cocina, ni los de la habitación. Le gusta abrirlos, coger algo, sacarlo, luego lo vuelve a meter y lo busca. Se lo pasa genial. Y no conlleva ningún peligro. Se puede pillar el dedo, sí, pero él mismo se regula. No se va a pillar como para hacerse un daño realmente fuerte, así que si se pilla, aprende que tiene que quitar el dedo antes de terminar de cerrar. Sin intervenir nosotros él es capaz de jugar, interaccionar, aprender, descubrir. En la habitación abre cajones, saca ropa, juega con ella, se la pone por encima y a veces la guarda (puedes encontrarla en otro cajón, eso sí :-) ) y por supuesto no la dobla de nuevo, pero es divertido. Si te supone un problema pon en los cajones a su alcance ropa que no te importe mucho que descoloque, como pijamas, ropa de deporte, y no la del trabajo o la recién planchada.
  • Abrir y cerrar puertas. No le bloqueamos las puertas para que no pueda jugar con ellas. Ni las de los armarios ni las de las habitaciones. Ahora lo hace menos, pero ha tenido una época que tenía fijación con las puertas. Se lo pasaba de rechupete abriendo y cerrando. Lo que sí tenemos en cuenta es que no meta la mano en la zona de las bisagras, ahí sí es más peligroso. Y él sabe quitar la mano cuando va a cerrar la puerta y a veces te pide que se la vuelvas a abrir para seguir jugando.
  • Subir y bajar escaleras. Eso sí, bajo nuestra supervisión. Si vemos que quiere subir le acompañamos detrás, por si se resbala, y si quiere bajar, bajamos por delante, por la misma razón. Y cuando quiere subir a la buhardilla a jugar con los juguetes que tienen allí, emprende el camino y ya no hay quien le pare.
Los niños adoran jugar e investigar la vida real. A veces los mejores juguetes son una botella de plástico que coge del armario, un bote con lentejas que cuando lo mueve hace ruido. Botes de rosca que pueda encajar, abrir y cerrar. Vasos de plástico que pueda apilar y desapilar.

De esta manera nosotros estamos más seguros en casa, más tranquilos, podemos cocinar echándole un ojo de vez en cuando, pero sin importar demasiado con qué está jugando. Y sobre todo, no le estamos diciendo "NO" a todo. Es agotador para nosotros, y también para ellos, que parece que todo lo que hacen está prohibido. Cuando te encuentres diciendo "NO" muy a menudo, revisa tus hábitos, tu organización en el hogar... El problema no es que ellos investiguen, eso es algo natural. El problema es no tener la casa adaptada a ellos.

¿Te ha ayudado este post? ¿Añadirías algo? ¿Cómo lo hacéis en casa?


1 comentario:

  1. Gala, está todo super claro, comparto al 100% tu opinión, hay que adaptar la casa a ellos!!

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